jueves, 11 de junio de 2015

NO ENTRES DÓCILMENTE EN ESA NOCHE QUIETA


No entres dócilmente en esa noche quieta
la vejez debería delirar
y arder cuando se cierra el día
rabia, rabia contra la agonía de la luz

Aunque los sabios al morir
entiendan que la tiniebla es justa
por que sus palabras no encartaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta

Los buenos que tras la ultima quietud lloran
por ese brillo
con sus altos frágiles pudieron danzar en una bahía verde
rabian, rabian contra la agonía de la luz

Los locos que atraparon y cantaron al sol en su carrera
y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de penas su camino
no entran dócilmente en esa noche quieta

Los solemnes, cercanos a la muerte, que ven con mirada deslumbrante
cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como meteoros
rabian,rabian contra la agonía de la luz

Y tú mi padre, allí en tu triste apogeo
maldice, bendice, que yo ahora imploro con la vehemencia de tus lágrimas
no entres dócilmente en en esa noche quieta
rabia, rabia contra la agonía de la luz.



Juan Antonio, 1º ESO C